La esterilización es una decisión muy importante, con profundas implicaciones en la salud y bienestar de nuestros queridos animales. Si tenéis algún gato o gata y dudáis de si es recomendable esterilizarlo/a, queréis saber qué riesgos conlleva la cirugía, etc. Queremos informaros sobre sus ventajas e inconvenientes para ayudaros a tomar una decisión:
Machos:
Ventajas:
Control de la población: la esterilización es una herramienta fundamental para prevenir la reproducción no deseada, lo cual contribuye a reducir el nombre de gatos sin hogar y promueve la responsabilidad en la tenencia de animales. Hay muchos gatos que suelen tener acceso al exterior o se pueden escapar fácilmente, por lo que si no están castrados es fácil que haya montas indeseadas.
Salud: la ventaja más evidente es la reducción del riesgo de heridas e infecciones relacionadas con las peleas territoriales. La castración pero puede ayudar también a prevenir problemas como tumores testiculares y enfermedades de próstata, que pueden ser dolorosos y costosos de tratar.
Comportamiento: los gatos castrados tienden a ser menos agresivos y a mostrar menos marcaje territorial. Esto mejora la convivencia con otros gatos y reducirá las peleas por el territorio. También es menos probable que intenten escapar para encontrar hembras en celo, reduciendo el riesgo de accidentes o pérdidas. Y por último, también se reduce considerablemente la conducta de marcaje por lo que reducimos bastante los orines no deseados fuera de sitio.
Inconvenientes:
Cambios en el peso: después de la esterilización algunos gatos pueden tener tendencia a ganar peso pero si mantenemos un control de la dieta y proporcionamos ejercicio adecuado es bastante fácil prevenir este riesgo.
Sedación y rehabilitación postquirúrgica: la castración en gatos machos es una cirugía poco invasiva, que normalmente se realiza con una sedación muy superficial junto con anestésico local. Después de la cirugía pueden notar cierta molestia en el punto de incisión pero pueden llevar una vida prácticamente normal y al cabo de 2-3 días no suelen mostrar ya ninguna molestia.
¿En qué consiste la cirugía? La castración implica la extirpación quirúrgica de los testículos del gato. Esta intervención se realiza bajo anestesia general, aunque superficial. Se pone anestésico local sobre la zona de incisión y después se realiza una pequeña incisión al escroto, se extraen los testículos y no se pone ningún punto en la herida, esta cierra sola sin suturas externas. La recuperación generalmente es rápida, con la necesidad de mantener el gato en el interior durante unos días y supervisar la herida, pero en la mayoría de casos sólo necesitan una desinfección tópica diaria, cicatrizan muy rápido y muy bien, habitualmente sin ninguna complicación.
¿Y qué pasa si los testículos no están en la zona escrotal? Aunque es muy poco probable en gatos, algunos individuospueden presentar un problema que se llama «criptorquídia», esto quiere decir que uno o los dos testículos no han hecho todo su trayecto desde el abdomen hasta el escroto y por lo tanto se pueden encontrar en la zona inguinal (ya fuera del abdomen pero sin llegar al escroto) o aún dentro del abdomen. En estos casos es aún más recomendado realizar la castración, ya que estos testículos que no se encuentran en su sitio natural, el escroto, están a una temperatura mayor, y por lo tanto presentan un elevado riesgo de desarrollar cáncer testicular más adelante en la vida del animal. La cirugía en estos casos será un poco más compleja ya que en el caso de los testículos abdominales es necesario acceder a la cavidad abdominal operando como si se tratase de una hembra, con una incisión en la parte media del abdomen. Aunque implica una anestesia más profunda, no debería suponer ningún riesgo para el animal. En estos casos, el reposo deberá de ser más estricto y la recuperación quizá será un poco más lenta que en los otros, pero también en 10-15 días ya deberían de estar bien recuperados.
Hembras:
En términos generales es prácticamente lo mismo que en los machos, pero os lo matizamos a continuación:
Ventajas:
Control de la población: prevenir embarazos no planificados es esencial para reducir la sobrepoblación de gatos y los problemas asociados. Una hembra en celo tiene tendencia a escaparse y buscar machos para la monta, por lo que si tenemos a nuestra hembra operada, minimizamos el riesgo de crías no deseadas.
Salud: este es el factor más importante, la castración en hembras y en especial antes de haber tenido varios celos reduce el riesgo de desarrollar tumores mamarios, infecciones uterinas y otras enfermedades reproductivas. Además, son muchas las gatas que se medican con «pastillas para parar el celo» (progestágenos) y la medicación de este tipo a largo plazo también puede ser perjudicial para su salud. Si la operamos, ya no deberemos de medicarla mas por este aspecto.
Comportamiento: la esterilización reduce prácticamente en su totalidad la frecuencia de los comportamientos asociados al celo, como la vocalización y la atracción de gatos machos. Esto también puede mejorar la convivencia con otros gatos y la interacción con los propietarios.
Inconvenientes:
Cambios hormonales y aumento de peso: algunos gatos pueden experimentar cambios hormonales que afecten a su comportamiento o figura. Aún así, estos cambios son generalmente leves, previsibles y se pueden controlar mediante una actividad física saludable y una dieta controlada, por lo que no debería de ser un problema.
Recuperación postquirúrgica: la ovariohisterectomía es una cirugía más invasiva que requiere una recuperación más larga que en el caso de los machos. Será necesario hacer un reposo estricto los primeros 10 días y desinfectar bien la herida. Si se mantiene una buena higiene y reposo la gatita no debería de tener muchas molestias y enseguida debería de estar bien recuperada y lista para hacer vida normal.
¿En qué consiste la cirugía? En el caso de la hembra la intervención quirúrgica implica la eliminación de los ovarios y matriz hasta el cérvix, de manera que eliminamos cuernos y cuerpo del útero y se mantiene sólo desde vestíbulo vaginal hasta el cérvix. Bajo anestesia general se realiza una incisión en la parte media del abdomen, se eliminan ovarios y matriz y se sutura la herida en distintas capas. La recuperación puede durar varios días, durante los cuales la gatita necesitará reposo, tratamiento con antibióticos y desinfección de la herida. Las hembras suelen mostrar ciertas molestias los primeros 5-6 días, pasados los cuales va bajando la inflamación y va cicatrizando musculatura y piel. En el caso de las hembras el reposo es más importante ya que al haber hecho una incisión en la musculatura abdominal, cómo más reposo hagan mejor cicatriza. Los puntos se suelen retirar a los 15 días y no implica anestesia ni es molesto para el animal. En muchos casos además se puede realizar una sutura intradérmica dónde no hay puntos externos que debamos quitar.
¿Y por último, a qué edad es recomendable esterilizar a mi mascota?
La edad ideal sería entre los 6 y 8 meses de edad, suficiente como para haber tenido un buen desarrollo corporal pero intentando evitar que llegue a la pubertad, para evitar problemas de comportamiento y tener una mejor ventaja sobre la prevención en problemas de salud.
Siempre me habían dicho que si hago criar a mi gatita ya no deberé preocuparme por tumores de mama o problemas de matriz, ¿es cierto?
Pues no, esto es un mito muy extendido pero hacer criar a una gata no supone ninguna ventaja ni tiene ningún efecto preventivo sobre tumores de mama u otros problemas. De hecho, hacer criar una gata (aparte del interés económico en la venta de gatitos) sólo puede comportar problemas ya que el mismo embarazo conlleva riesgos de salud para la hembra, tanto durante la gestación como en el parto. No lo recomendamos en ningún caso y no supone ninguna ventaja.
¿Y si mi mascota ya tiene una edad avanzada, hago tarde? ¿Hace falta que me plantee operarla o ya no hace falta?
La mayoría de ventajas que presenta la esterilización las seguimos teniendo en la edad adulta, por lo que siempre es recomendable plantearnos operar a nuestras mascotas. Los problemas de comportamiento cómo marcaje, monta indeseada, agresividad territorial o sexual, etc. sí que es más difícil de saber si mejorarán con la castración, ya que si bien están motivados por factores hormonales sexuales, con el tiempo generan un aprendizaje y la castración sola puede no servir para mejorar los problemas comportamentales si operamos una mascota a edad avanzada que ya lleva muchos años teniendo problemas de comportamiento. En estos casos también será necesario trabajar una educación y terapia comportamental junto con la castración.
En el caso de animales con edades avanzadas, os recomendamos hacer una revisión previa y quizá también un análisis preanestésico, para asegurarnos que el animal está bien de salud cómo para aguantar bien la cirugía. Si está todo bien, nada debería evitar que se pueda operar con tranquilidad.
Como veis, hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de castrar a nuestras mascotas y, sobretodo, cuando decidirnos a hacerlo. Nuestra recomendación es siempre mirar por la salud de nuestras mascotas y en la mayoría de casos la esterilización conlleva una prevención de futuros problemas de salud, por lo que la castración es lo más recomendable.
Si aún tenéis dudas o alguna pregunta relacionada con el tema, podéis poneros en contacte con nosotros y valoraremos vuestro caso específico, recomendándoos lo más adecuado para vuestra mascota.
¿Debo esterilizar a mi gato/a?
La esterilización es una decisión muy importante, con profundas implicaciones en la salud y bienestar de nuestros queridos animales. Si tenéis algún gato o gata y dudáis de si es recomendable esterilizarlo/a, queréis saber qué riesgos conlleva la cirugía, etc. Queremos informaros sobre sus ventajas e inconvenientes para ayudaros a tomar una decisión:
Machos:
Ventajas:
Inconvenientes:
¿En qué consiste la cirugía? La castración implica la extirpación quirúrgica de los testículos del gato. Esta intervención se realiza bajo anestesia general, aunque superficial. Se pone anestésico local sobre la zona de incisión y después se realiza una pequeña incisión al escroto, se extraen los testículos y no se pone ningún punto en la herida, esta cierra sola sin suturas externas. La recuperación generalmente es rápida, con la necesidad de mantener el gato en el interior durante unos días y supervisar la herida, pero en la mayoría de casos sólo necesitan una desinfección tópica diaria, cicatrizan muy rápido y muy bien, habitualmente sin ninguna complicación.
¿Y qué pasa si los testículos no están en la zona escrotal? Aunque es muy poco probable en gatos, algunos individuos pueden presentar un problema que se llama «criptorquídia», esto quiere decir que uno o los dos testículos no han hecho todo su trayecto desde el abdomen hasta el escroto y por lo tanto se pueden encontrar en la zona inguinal (ya fuera del abdomen pero sin llegar al escroto) o aún dentro del abdomen. En estos casos es aún más recomendado realizar la castración, ya que estos testículos que no se encuentran en su sitio natural, el escroto, están a una temperatura mayor, y por lo tanto presentan un elevado riesgo de desarrollar cáncer testicular más adelante en la vida del animal. La cirugía en estos casos será un poco más compleja ya que en el caso de los testículos abdominales es necesario acceder a la cavidad abdominal operando como si se tratase de una hembra, con una incisión en la parte media del abdomen. Aunque implica una anestesia más profunda, no debería suponer ningún riesgo para el animal. En estos casos, el reposo deberá de ser más estricto y la recuperación quizá será un poco más lenta que en los otros, pero también en 10-15 días ya deberían de estar bien recuperados.
Hembras:
En términos generales es prácticamente lo mismo que en los machos, pero os lo matizamos a continuación:
Ventajas:
Inconvenientes:
¿En qué consiste la cirugía? En el caso de la hembra la intervención quirúrgica implica la eliminación de los ovarios y matriz hasta el cérvix, de manera que eliminamos cuernos y cuerpo del útero y se mantiene sólo desde vestíbulo vaginal hasta el cérvix. Bajo anestesia general se realiza una incisión en la parte media del abdomen, se eliminan ovarios y matriz y se sutura la herida en distintas capas. La recuperación puede durar varios días, durante los cuales la gatita necesitará reposo, tratamiento con antibióticos y desinfección de la herida. Las hembras suelen mostrar ciertas molestias los primeros 5-6 días, pasados los cuales va bajando la inflamación y va cicatrizando musculatura y piel. En el caso de las hembras el reposo es más importante ya que al haber hecho una incisión en la musculatura abdominal, cómo más reposo hagan mejor cicatriza. Los puntos se suelen retirar a los 15 días y no implica anestesia ni es molesto para el animal. En muchos casos además se puede realizar una sutura intradérmica dónde no hay puntos externos que debamos quitar.
¿Y por último, a qué edad es recomendable esterilizar a mi mascota?
La edad ideal sería entre los 6 y 8 meses de edad, suficiente como para haber tenido un buen desarrollo corporal pero intentando evitar que llegue a la pubertad, para evitar problemas de comportamiento y tener una mejor ventaja sobre la prevención en problemas de salud.
Siempre me habían dicho que si hago criar a mi gatita ya no deberé preocuparme por tumores de mama o problemas de matriz, ¿es cierto?
Pues no, esto es un mito muy extendido pero hacer criar a una gata no supone ninguna ventaja ni tiene ningún efecto preventivo sobre tumores de mama u otros problemas. De hecho, hacer criar una gata (aparte del interés económico en la venta de gatitos) sólo puede comportar problemas ya que el mismo embarazo conlleva riesgos de salud para la hembra, tanto durante la gestación como en el parto. No lo recomendamos en ningún caso y no supone ninguna ventaja.
¿Y si mi mascota ya tiene una edad avanzada, hago tarde? ¿Hace falta que me plantee operarla o ya no hace falta?
La mayoría de ventajas que presenta la esterilización las seguimos teniendo en la edad adulta, por lo que siempre es recomendable plantearnos operar a nuestras mascotas. Los problemas de comportamiento cómo marcaje, monta indeseada, agresividad territorial o sexual, etc. sí que es más difícil de saber si mejorarán con la castración, ya que si bien están motivados por factores hormonales sexuales, con el tiempo generan un aprendizaje y la castración sola puede no servir para mejorar los problemas comportamentales si operamos una mascota a edad avanzada que ya lleva muchos años teniendo problemas de comportamiento. En estos casos también será necesario trabajar una educación y terapia comportamental junto con la castración.
En el caso de animales con edades avanzadas, os recomendamos hacer una revisión previa y quizá también un análisis preanestésico, para asegurarnos que el animal está bien de salud cómo para aguantar bien la cirugía. Si está todo bien, nada debería evitar que se pueda operar con tranquilidad.
Como veis, hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de castrar a nuestras mascotas y, sobretodo, cuando decidirnos a hacerlo. Nuestra recomendación es siempre mirar por la salud de nuestras mascotas y en la mayoría de casos la esterilización conlleva una prevención de futuros problemas de salud, por lo que la castración es lo más recomendable.
Si aún tenéis dudas o alguna pregunta relacionada con el tema, podéis poneros en contacte con nosotros y valoraremos vuestro caso específico, recomendándoos lo más adecuado para vuestra mascota.
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