C L I N I C A V E T E R I N A R I A D O S O N A

Leishmaniosis, qué es y cómo se trata?

¿Has oído hablar de la leishmaniosis? ¿Quieres saber en qué consiste, cómo se diagnostica y cómo se trata?

Intentaremos hacer una pequeña explicación para aclarar algunas de las dudas más típicas y dar una breve explicación sobre qué es la leishmaniosis, qué síntomas da, qué podemos hacer para proteger a nuestras mascotas y en último caso, cómo se aborda el tratamiento.

Intentaremos hacer un resumen que se pueda entender fácilmente, sin muchas palabras técnicas. Aún así, si tienes otras dudas, estás preocupado por tus mascotas o simplemente tienes más curiosidad, no dudes en preguntarnos o venirnos a ver a la clínica.

¿Qué es la Leishmaniosis?

La Leishmaniosis es una enfermedad muy grave, puede afectar a perros, gatos, humanos y otros animales y se calcula que en nuestra zona hay aproximadamente un 15% de perros seropositivos (han tenido contacto con el parásito).

Lo que causa la enfermedad es un parásito que vive en la sangre y se transmite mediante la picadura de un mosquito. Es decir, cuando un mosquito (flebotomo, solo hembra) ingiere sangre de un perro infectado por leishmania, pasa a ser un mosquito infectante y las próximas veces que pique a otros perros, les podrá transmitir el parásito.

Esto significa que no nos tenemos que preocupar porque nuestro perro contagie la enfermedad directamente a ningún otro animal. Un perro con leishmania puede convivir con otro perro sin que corra ningún riesgo y siempre que la enfermedad esté controlada, tratada y ambos perros lleven antiparasitarios, no supondrá un riesgo para ningún otro animal ya que también evitaremos que les piquen los mosquitos.

Una vez el animal está infectado, si tiene una buena respuesta inmunitaria, las células de defensa intentarán eliminar el parásito y mantendrán la infección controlada. Pero si no hay una buena respuesta inmunitaria, el parásito empezará a reproducirse dentro del organismo y tendremos un animal enfermo… El momento de la infección y el momento de aparición de síntomas estarán muy separados en el tiempo.

¿La leishmaniosis puede afectar a varios órganos y dar síntomas muy variados, pero es igual para todos los animales? ¡Pues no! Y además, hay diferentes variedades de leishmania que pueden afectar más fácilmente a una especie u otra. Los perros son los más susceptibles a la Leishmania Infantum, que es la que tenemos en nuestra zona, pero no todos los perros son igual de sensibles ya que hay razas especialmente sensibles (Boxer, Pastor Alemán, Rottweiler) y otras razas muy resistentes (Podenco ibicenco).

Y, ¿Cómo podemos saber si un animal está enfermo? Los síntomas que pueden presentar son muy variados. Los más típicos son los signos cutáneos donde veremos que la piel y el pelo pierden calidad, aparece alopecia y descamación alrededor de los ojos, puntas de las orejas, etc. También puede afectar a órganos internos y causar problemas no tan fáciles de detectar como: afectación renal (falla renal), digestiva (diarrea), neurológicos, oculares (conjuntivitis, lesión corneal), articulares (cojeras y dolor), epistaxis (sangrado nasal), etc. Pero otros cambios pueden ser mucho más generales y sutiles, como por ejemplo: apatía, pérdida de apetito, fiebre, pérdida de masa muscular, etc.

Si las alteraciones y la enfermedad no se tratan ni se controlan, las lesiones en el organismo del animal pueden acabar provocando la muerte de este por un fallo multiorgánica. Una vez que un animal presenta síntomas compatibles con leishmaniosis, será necesario extraer sangre y hacer una prueba para confirmar la presencia del parásito y el estado de la enfermedad.

¿Cómo se trata?

Como se puede ver, la leishmaniosis es una enfermedad que puede causar graves problemas e incluso la muerte de los animales afectados si no se trata. Afortunadamente, tiene tratamiento y la mayoría de los casos suelen tener una buena respuesta y la enfermedad se puede controlar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el tratamiento controlará la enfermedad pero no se puede considerar curada, ya que pueden quedar parásitos de forma latente en el organismo y que en algún momento de la vida del animal vuelvan a hacer un brote y reaparezcan los síntomas.

Por eso, es necesario hacer un buen seguimiento del tratamiento y llevar los controles necesarios para asegurar la buena salud del animal enfermo. Antes de comenzar cualquier tratamiento, se deberá hacer un análisis sanguíneo completo para saber si hay algún órgano interno afectado que nos pueda hacer variar la medicación o el pronóstico.

Existen diversos protocolos que se pueden utilizar y la pauta variará según cada individuo, pero como término general, el tratamiento esperado sería:

Durante los primeros 30-40 días se da un tratamiento específico para eliminar todos los parásitos que sea posible. Según el estado del animal, será un fármaco que se da en forma de jarabe o un fármaco en forma inyectable. En algunos casos en que la respuesta no sea suficiente, este tratamiento se podrá alargar unos 15-21 días más.

Junto a esta medicación o a partir de esta fase inicial, se pautará también un fármaco en forma de pastillas. Este se hará durante un cierto período de tiempo que variará según el estado del animal. Mientras que los fármacos del tratamiento inicial tienen la función de eliminar el parásito de la leishmania, el segundo fármaco se da para mantener controlados los parásitos que no se han podido eliminar. Haciendo un tratamiento combinado hay más posibilidades de tener un buen control de la enfermedad y evitar recaídas (brotes posteriores).

¿Cómo se puede prevenir?

La leishmaniosis es una enfermedad muy grave. Como en todas las enfermedades, lo mejor es prevenir en lugar de curar. Y para proteger a nuestras mascotas tenemos dos formas de hacerlo:

Evitar las picaduras: si hacemos una buena prevención y ponemos a nuestras mascotas pipetas, collares, sprays, etc. que actúen como repelente de flebotomos (mosquitos), como no picarán a nuestro animal, el parásito no podrá infectarlo. Es muy importante, por lo tanto, tener siempre una buena pauta de tratamiento antiparasitario con un buen producto, que nos dé las garantías necesarias y aplicarlo durante el periodo recomendado. Sobre todo, es importante la protección entre marzo y octubre en nuestra comarca.

  • Ayudar a la respuesta inmunológica: aunque nuestro perro lleve un collar de protección, le pongamos pipetas cada mes, etc. siempre es posible que algún insecto lo pique, por lo que necesitamos poner una segunda barrera de protección. Con esta finalidad, tenemos dos productos diferentes: un jarabe (Leishguard), que estimula las defensas del organismo para que hagan una respuesta más adecuada ante el parásito, y la vacuna (Letifend) que, como otras vacunas, estimula la respuesta inmunológica del animal orientándola a defenderse mejor del parásito. Como podéis suponer, la vacuna nos dará una mejor respuesta que el jarabe.
  • Como en otras enfermedades, ninguno de los productos preventivos nos ofrece una protección del 100%, por lo que es necesario llevar un buen control y hacer una buena combinación de todas las herramientas de las que disponemos para disminuir al máximo el riesgo de enfermedad y proteger a nuestras mascotas tanto como sea posible.

    Si tienes otras dudas, más curiosidad o cualquier tipo de pregunta, contáctanos y trataremos de resolver todas las dudas. ¡Esperamos que os haya parecido un artículo interesante y no demasiado complicado o pesado de leer!

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